Definición:
Estructura de función
Nuestro cuerpo consta de innumerables estructuras como huesos, músculos, tendones y órganos. Un hueso por ejemplo, es una estructura dura, que da sujeción al cuerpo y le provee de solidez, le protege de cargas de presión o tracción. En cambio un músculo se puede contraer y alargar, y posibilita así el movimiento a los huesos. Siempre es la función la que define la naturaleza de cada estructura.
Si cambia la función necesariamente cambia también la estructura. De este modo un hueso crece si está bajo continua carga o tracción, como un músculo se hace más fuerte. Si no son solicitados huesos y músculos se debilitan y atrofian. Lo mismo es aplicable a las restantes estructuras de nuestro cuerpo. Un extra de función emboca a un extra de estructura y viceversa. Para la Osteopatía el principio de la mutua dependencia entre estructura y función es de suma importancia, ya que la disminución de función se muestra como restricción de movimiento de una estructura. Comprobando el movimiento, el osteópata puede averiguar las dificultades de función. En el paso siguiente el osteópata ayuda a la estructura con sus técnicas manuales a reencontrar la libertad de movimiento perdida. Si los movimientos en la estructura son correctos, ésta puede funcionar nuevamente con pleno rendimiento.
TRATAMIENTO
Después de una amplia anamnesis se elabora un diagnóstico y una terapia exclusivamente manual. Cada nueva sesión de terapia se realiza por los síntomas individuales de cada paciente.